martes, 6 de julio de 2010

Hipotecas en tiempos de crisis

No sé qué es preferible, si comprar un piso e hipotecar tu sueldo de por vida, o hipotecar tu vida. Lamentablemente esta es la última opción que me ha parecido vivir hoy.

No me gusta ser presa de los compromisos a largo plazo (ni a nivel personal ni laboralmente hablando). Suelo tener un plan de vida más o menos trazado a largo plazo, eso sí, pero por el camino voy haciendo pequeñas modificaciones en función de las metas que me voy poniendo a más corto plazo. Tengo la impresión de que si solo fijara mi vista en un objetivo a conseguir dentro de 40 años, vivía en una especie de desasoiego pensando que no doy avanzado. Así que mi objetivo hoy por hoy no es ir de un atracón a vivir a la China (metafóricamente hablando) sino ir estableciendo pequeñas estaciones por el camino, visitar Europa, y después si las cosas van bien pues ya nos meteremos en Asia. Si de aquí a China las cosas cambian, pues bueno, tampoco es grave, ya que habré ido haciendo pequeñas modificaciones en mi plan de viaje que me permitirán no obsesionarme con China y tener una alternativa.

Pues bien, hoy me he encontrado con una pequeña piedra en el camino entre mis deseos de evolucionar, y mis compromisos laborales. Me había planteado hacer un curso específico de formación con los mejores expertos a nivel nacional. Dicho curso me implicaba cruzarme parte de la península durante un año, pero bueno, era factible. Lo presenté a mis superiores, todo detallado, horas programadas, plan para compensar las horas que iba a faltar...
  • Respuesta verbal de mandameses: "se acercan tiempos difíciles y no puedes faltar tantos días, habrá más oportunidades. Y al fin y al cabo, ellos son buenos pero aquí también".
  • Pensamiento real de mandamases: "si claro, lo que todavía no sabes es que aquí no se va a ampliar el personal, vais a tener que currar el doble, y este curso está pensado para después hacer una selección e incorporar a los que sean mejores. No podemos permitir fugas de personal".
  • Mi respuesta verbal: no nos engañemos, sabemos que todos hacemos lo mismo pero ellos son una referencia.
  • Mi pensamiento real: evidentemente mi plan no es quedarme aquí de por vida, quiero evolucionar y claro que pienso en irme en algún momento. Sí, esta era una oportunida para preparme el camino fuera, seamos realistas.

Acto seguido sacaron de calendario, y a lo bobo a lo bobo tengo más o menos el calendario laboral cubierto hasta mayo. Todavía no he disfrutado de mis vacaciones de este año, aún no he visto el sol (bueno sí, por la ventana), he de sobrevivir a la locura de las rebajas, el síndrome postvacacional, los propósitos de año nuevo y muchas comidas familiares... estamos en julio de 2010, no sé lo que voy a comer mañana... y sin embargo ¡hoy he visto mi planificación hasta mayo del 2011! Y en ese momento fue cuando me invadió la tristeza por diarmecuenta de que estoy hipotecando mi vida. Cuando comento con mis amigos que a veces me gustaría tener una bola de cristal y saber qué será de mi vida dentro de un tiempo... no me refería a esto.

Quiero/necesito un cambio. Reconozco que a nivel laboral tengo muchos privilegios, me gusta mi trabajo (importante, motivo por el cual sigo ahí), siempre he podido organizarme como quiera, tengo reconocimiento por lo que hago (según el día), un entorno laboral bueno... Pero hay que tener inquietudes en la vida. Evidentemente tal y como están las cosas no puedo tomarme la vida en plan suicida y mañana llegar y decir que me voy (poder podría, pero no me atrevo, para qué negarlo). Por un momento logré salir del círculo de la monotonía de mi trabajo y creí que había encontrado la excusa perfecta para planificar mi salida paulatina... Pero me han devuelto a la realidad con una excusa que yo considero irreal.

Sé que esto tiene sus ventajas: no dependeré de un avión todas las semanas (lo cual también va a estar bien económicamente), no tendré sensación de cansancio físico constante, podré dedicarme a esas pequeñas cosas que si no tendría que abandonar (deporte, idiomas, etc), incluso podré ocuparme de mi vida personal que últimamente se había visto algo afectada... Pero ahora mismo me fastidian los inconvenientes.

En fin, que tendré que empezar a trazar mi plan alternativo, el cual tengo que pensar rápido, y es que a nada que te despistes hay alguien organizándome mi vida a plazo de un año (y eso, me asusta a la vez que no me gusta, yo no nací para eso). Para que luego digan que no se conceden hipotecas en tiempos de crisis...

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