jueves, 22 de julio de 2010

MLP

Creo que me he vuelto dependiente de ordenador. Es más, creo que mis ideas están condicionadas a permanecer en el tiempo sólo si tengo a mi lado un ordenador en el que teclear rápido lo que se me acaba de ocurrir o querré desarrollar. De lo contrario, desaparecerá.
Nota aclaratoria: y por paradójico que parezca, prometo (ya que mis padres me enseñaron a no jurar) que soy de esas personas a las que no les importa olvidarse el móvil en casa, que no me importa que se me sequen los pimientos de la granja durante un mes, que aún teniendo un ipod soy fan de la radio, y que la fase de adicción a los videojuegos la dejé a los 12 años.
El caso es que hoy me he dado cuenta de que me he vuelto una persona cómoda ("literariamente" hablando). Sin embargo esta regresión literaria ha dio apareciendo casi de manera imperceptible, pasando de escribir de manera compulsiva cartas de 3 folios "en mis tiempos jóvenes" a hoy verme incapaz de escribir una nota de 4 líneas porque la muñeca se me había agotado a la segunda palabra. Yo creo que todo empezó en la facultad el día que decidí que había tipos de bolígrafos con los que escribía más rápido (para muchos una manía mía), siguió con la pereza de ir a los exámenes (sí, llegué a repetir hasta 3 veces el mismo curso de la escuela de idiomas porque no me apetecía hacer la parte escrita del exámen, o porque una vez que me ponía a ello me enrollaba tanto que me pasaba en el número de palabras), hasta llegar el momento de no tomar notas mientras hago las entrevistas mientras lo memorizo para luego pasarlo a ordenador.

El problema de esto es que si bien mi memoria en cuestiones laborales es buena... en la vida real es un desastre. A veces me descubro por la calle fijándome en algún detalle inusual por el que digo "ummm, esto sería bueno para el blog". El caso es que cuando tengo tiempo para escribir (alguna noche) no recuerdo sobre qué iba a hacerlo. Creo que vagamente han pasado por mi mente en las últimas semanas las faenas de los controladores aéreos, la euforia del mundial y una reflexión sobre el último libro que he leído (cuyo final me ha mosqueado). En el momento en el que se me ocurre incluso el texto coge forma en mi mente... Pero como (afortunadamente) mis neuronas no están conectadas a un ordenador que transcriba lo que pienso, todo acaba en el olvido.

Los más prácticos me dirán ¿y por qué no lo apuntas en un papel?. Si, en algunos momentos lo he hecho, pero si no lo desarrollo justo ahí, después todo pierde fuerza. Es... como abrir una botella de champán, el primer "poc" sale con fuerza, pero si vuelves a meter el corcho en la botella para abrirlo una segunda vez no tendrá el mismo efecto.

Quién sabe, a lo mejor este sería un buen momento para empezar a hacer ejercicios para mejorar mi memoria a largo plazo (MLP), o a lo mejor todo volverá a la normalidad en cuanto coja vacaciones (tic-tac, contando el tiempo), --> lo cual me recuerda a su vez que tengo que empezar a desempolvar a mi otro yo www.abiertovacaciones.blogspot.com

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