lunes, 9 de marzo de 2009

Cenicienta se va a un balneario

Una de mis jefas en momentos de estres siempre dice que si en algún momento tuviera que ir a la cárcel (no es que ahora tenga papeletas para ello ni haga por tenerlas) querría una celda incomunicada del todo, que nada de internet, ni móvil, ni nada. Incomunicación total para poder relajarse. Se ve que hay momentos en los que cuando estás hasta arriba, desearías poder tener esa incomunicación y que el teléfono dejara de sonar. Pero generalmente sólo se queda en eso: un deseo (casi nadie llega a cumplirlo).

El caso es que una de mis compañeras, en un periodo bastante intenso del año ha decidido (o en parte la han obligado) a tomarse unas vacaciones, desconectar de todos nosotros (hombre, si en el fondo somos majos...) y se nos ha ido a una clínica en donde se está pegando un cierto periodo de reposo para volver como nueva (esperemos que traiga energías renovadas para luego transmitírnoslas). Aunque ella no es jefaza (aunque el resto la admiramos como si lo fuera por todo lo que sabe y porque siempre acaba metida en todos los fregaos), ha tomado buena nota de la idea de nuestra jefaza y está en periodo de incomunicación.

Nada de móviles, nada de portátiles y desconocemos si tiene televisión, aunque intuyo que la respuesta es que no. Como una cosa es tomarse un periodo para descansar y recuperarse, y otra es desconectar del mundo mundial... he decidido que en su ausencia la iré poniendo al día de las cosas que van sucediendo, y es que una cosa es incomunicarse y otra muy diferente desconectarse del mundo mundial. Aunque no nos lo ha dicho directamente, todos sabemos que realmente está en un balneario en la costa del pacífico, sin nadie que la moleste ni le hable de trabajo, y que volverá delgadísima después de poder alimentarse bien y no sobrevivir a base de tapas precocinadas o con exceso de gracia. Imagino que para disimular y no darnos envida, evitará traer ese moreno tan característico playero... Pues si no nos daríamos que simplemente se fue de juerga y punto.

Así que mi querida "Cenicienta" aquí la rana Gustavo (la rana reportera más dicharachera) a lo largo de estos días te irá poniendo al tanto de las noticias y cosas más interesantes que vayan sucediendo por los lares de Barrio Sésamo y otros parajes de cuento.

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