jueves, 11 de febrero de 2010

Aquí, una oveja contando cosas.

Año chino nuevo (desde ayer), vida nueva.

Tengo algunas/muchas virtudes (en esta frase el sustantivo podría prescindir de adverbio de cantidad y sería lo mismo), sin embargo me falta mucho para llegar a la perfección.
Nací con 8 meses (si es que yo ya venía con prisas desde el principio) lo cual me provocó determinadas imperfecciones: los meñiques discretamente más pequeños de lo normal, la necesidad de unas pocas semanas en la incubadora, otros defectos que no voy a confesar ahora... Sin embargo hay una cuestión que tengo por seguro que se adquiere en el último mes de embarazo "el sentido de la orientación". Y claro, como las cosas con prisas no salen siempre bien, se ve que en ese último mes que me perdí, no acabé de perfeccionar esa habilidad: la de no perderme. Así que desde siempre he asumido en mi familia el rol de "oveja descarriada" es decir,: esa que cuandos todos van para la derecha ella tira para la izquierda pq el sentido de la dirección no sabe por donde queda.

Mi despiste en este aspecto es tal... que aún viviendo prácticamente en la misma ciudad o prado toda la vida, me pierdo cuando intento ir a un punto intermedio entre A y B (resultado: una hora dando vueltas hacia arriba y hacia abajo en un trayecto de... ¿800 metros?). Del mismo modo, puedo coger un "atajo" y lo que por el camino normal lleva 30 minutos y por el supuesto atajo unos 20... se acaban convertiendo en 80 (con su consecuencia de llegar tarde a un examen). Soy así, que le vamos a hacer.

Así que mi familia cansada de que me perdiera, de que cogiera desvíos que no eran cuando nos íbamos de vacaciones, de que acabáramos gritando en cada trayecto que hacíamos juntos, y de que finalmente me negara a coger el coche para pasearlos y explorar las zonas de los alrededores (quita, quita, a ver si íbamos a terminar en medio de una tribu caníval!!) decidió que el despiste
se iba a terminar, y le encargaron a los Reyes un Borricón (es que no puedo hacer publicidad de la marca del GPS, que como no me pagan...)

He de reconocer que siempre he mostrado cierto escepticismo con esto de las nuevas tecnologías y su eficacia, especialmente pq siempre que dependes de un cacharro más sofisticado que un mapa suele fallar en el momento en el que más lo necesitas. Pero también es cierto que me cansé de que la víamichelín no me ayudara (ya que te dice el nombre de las calles por donde tienes que ir, pero es que mientra que conduces no te da tiempo a leer los nombres de las calles que están escondidos en esos miniletreros!!!). Pues hoy por primera vez he puesto a prueba a este cacharro en un medio totalmente inexplorado para mi... y me alegra decir que el muchacho ¡me ha llevado al sitio! Eso se agradece, porque tenía que irme a la ciudad de al lado por cuestiones del trabajo y llegar a una cita 1 hora tarde no suele quedar políticamente correcto (tiempo de retraso con el que he llegado en otras ocasiones, ejem)

Así que nada, que al igual que si se es miope se necesitan gafas, si tuerces los pies llevas plantillas y si no escuchas mucho un audífono... para los que tenemos desorientación espacial nos llevamos un cacharro localizador (y si el próximo modelo te localiza sitio para aparcar... mejor que mejor). Y aunque haya sido reticente hasta hoy, he de decir que mi regalo de reyes ha sido una gran idea, ¡¡ya no soy una oveja descarriada!! (ahora simplemente tengo algo de borreguismo, pero eso ya me viene dado de serie). Vivan (en este caso) las nuevas tecnologías, ¡que a veces incluso son útiles!

Fdo. Beeee, una oveja.

1 comentario:

Ezne dijo...

yo estoy deseando tener uno, a ver si alguien se anima a regalarmelo porque yo estaba comprando tabaco cuando se repartió tal virtud.

Yo, que a fin de cuentas soy una optimista (e infeliz criatura xD) siempre he dicho que lo importante no es perderse, sino saberse encontrar... (el que no se consuela es porque no quiere!)

Besotes ;)