lunes, 15 de febrero de 2010

Y mi disfraz es de...

Con eso de que estamos en carnavales, a la gente se le ha dado por hacer el paripé y disfrazarse. No es que esté en contra de esta tradición (la cual admiraba hasta hace un par de años), pero es que el tiempo y el empeño que le ha dado a todo el mundo por "madurar" le ha restado encanto.
El concepto de "madurar" en mi entorno es: tener pareja e independizarse.
Recuerdo que hace años quedábamos los amigos para disfrazarnos juntos, preparábamos el disfraz con unas semanas de antelación (no muchas, simplemente lo discutíamos durante tres semanas y dos días antes del evento comenzábamos a correr pensando que no teníamos nada preparado). Me gustaban incluso aquellas "discusiones" con motivo de encontrar un disfraz que nos complaciera o incluso complaciese a todos: desde los que querían ir de travestidos a las que querían ir monas y divinas puesto que una tiene un glamour y no se va a perder ese día (en fin, hay que sigue pensando que las cenicientas existen en una dimensión paralela). Yo simplemente optaba por el disfraz menos común (si es que la rama de la enfermería está ya muy vista).

Así aguantamos durante dos años, hasta que llegó el día en la que se hicieron dos grupos: día del golpe de carnaval y nos encontramos con la "santa cofradía de mi disfraz divino -grupo independentista" vs "república independiente del pacto de estado". Desde ese momento todo empezó a ir en picado, y el año en el que se sumaron las parejas de los integrantes... todo se desmoronó (y es que tener pareja en carnaval, es igual a casarte y después celebrar navidad: ¿con que familia te vas? ¿a casa de tus padres o de tus suegros?). Pues se ve que las nuevas parejas vinieron pisando fuerte, mientras ellos se amoldaban, ellas querían seguir con sus grupos de amigos e iban captando adeptos (tipo mafia o algo así).

En fin, que la gente "maduraba" (según su concepción del término) y al mismo tiempo se volvía estúpida (según mi concepción). Como aquí quien escribe, pasa de gilipolleces varias, decidí desaparecer durante tres años en estas fechas. Y así de feliz vivía yo... hasta que este año la "operación escape" tuvo un par de fallos técnicos, ¿y quien fue el culpable? El odioso San Valentín, que no sólo tiene que joder un día al año, sino que tiene que joderme las vacaciones de carnaval. ¿motivos?
  • Mi supuesto cómplice 1 en estas fechas para irme fuera del país, ha tardado 3 semanas en decidir que celebraría San Valentín con su respectiva. Para cuando el Sr. lo decidió mi billete de avión había subido 200€.
  • No pasa nada, pensé yo, me quedo y celebro carnaval en casa... Pero no. Mi cómplice 2 decidió que el sábado quería cenar con su novio con el cual convive y cena todos los días y para más inri, tenían que esperar a las 12 para darse el regalo. Así que una pizza precocinada y un regalo le impedía ir a casa de sus padres (a 10 min en coche) a por un disfraz. Resultado: sábado normal mitigando mi semicabreo en alcohol (al mismo tiempo que escuchaba la "increíble historia y peripecias" de cómo habían buscado un disfraz que les gustara a los dos.
  • Domingo: día empalagoso nacional. Por una vez hasta agradecí tener algo de resaca (fui menos consciente del 14 de febrero). Además Cupido fue condescendiente conmigo y quiso que en dos minutos que tuve que apagar el móvil me perdiera una llamada para quedar por la noche (no, no quiero quedar contigo a solas para ir a tomar algo, y menos en este día). Sinceramente, lo agradecí.
  • Lunes: No pasa nada, le daremos otra oportunidad a los amigos (pensé yo)...: Piiiiii, segundo craso error. Si tienes pareja tienes que salir conjuntado y poco menos que juntitos de la mano. A tomar por saco Carnaval y San Valentín.
Como paso de mariconadas he decidido que esta tarde me recluiré en el cine mientras veo alguna película que me haga olvidar. Mañana será otro día y pensaré que todavía tengo dos días de vacaciones que este año tienen toda la pinta de ir a estar malgastados. Haré cualquier plan independiente, me meteré en un monaterio si hace falta, desconectaré el móvil y no leeré mensajes, porque mucho me temo que llegará alguno del tipo "hace mucho que no nos vemos" a lo que responderé sin problema (y alguno ya lo ha experimentado) "hace mucho que otros te organizan tu tiempo"

Y si me llaman borde... me da igual, es que este año ese es mi disfraz.

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